Aprender a expresarse es difícil.
Conocerse a uno mismo, encontrar la extraordinaria manera que te permita reproducir todo el universo que inunda tu mente, esperar que tu interlocutor reciba una décima parte del mensaje y que incluso logre comprenderlo.
El viaje de las ideas. Un destino casi efímero, casi volátil y tremendamente frágil, pero nunca inocuo.
¿Cuántas veces estás dispuesto a fallar para llegar a transmitir una idea? Esa es la cuestión. Las artes, el teatro, el cine, y la pura vida humana buscan incansablemente formas de tender ese finísimo hilo que comunique a unas personas con otras. Tu hoy con tu mañana. Quien eres con quien quieres llegar a ser.
Así que este es mi hilo.
Gracias por tomar el otro extremo.
